No siempre comemos para satisfacer físicamente nuestro apetito, con frecuencia utilizamos la comida para aliviar momentos de tensión o incluso recompensa. En estos casos solemos escoger los alimentos menos saludables.
A todos se nos viene a la cabeza las películas en las que aparece el protagonista desesperado entre sollozos, engullendo un helado XXL o un pastel de chocolate. Cualquier parecido con la realidad no es pura coincidencia, por eso nos resulta tan familiar.
Causas más comunes de la alimentación emocional
1. En momentos de estrés o sensación de no llegar a todo lo que tenemos que hacer.
Vivimos en una sociedad que provoca estrés permanente por el propio ritmo de vida. Para combatirlo el cuerpo produce unos altos niveles de cortisol, también llamada "hormona del estrés", que a su vez desencadena antojos de alimentos salados, dulces y fritos para recibir una inyección inmediata de energía y placer.
2. Para calmar algunas emociones."Tapar" algunos sentimientos con comida puede resulta eficaz temporalmente. Cuando tenemos miedo,angustia, estamos enfadados o nos sentimos solos, el acto de comer nos proporciona un bienestar temporal.
3. El aburrimiento. Es muy habitual cuando estamos en casa, sin ninguna ocupación especial o cuando tenemos que hacer algo que no nos satisface.
4. Infancia y educación. A menudo premiamos el comportamiento de los niños con chucherías, chocolatinas buscamos otra forma de premiarnos o satisfacernos, con todo tipo de dulces. En la edad adulta se convierte en un hábito establecido que cuesta romper.
5. Influencias sociales. Reuniones con familia o amigos en las que abunda la comida, verse arrastrado por el comportamiento de los demás.
Las soluciones
Es posible que te hayas sentido identificado con alguno de los puntos anteriores o incluso todos ellos, sin embargo cada persona es un mundo y aquí los matices son muy importantes.
Es importante tomarse un momento de reflexión para darnos la oportunidad de tener un comportamiento diferente. Hay que ser conscientes de cómo nos sentimos, si algo nos preocupa o nos desborda. Cuando dejemos de sentir esa presión que nos incita a comer inmediatamente, controlaremos la situación y lo sustituiremos por un hábito más saludable como leer, pasear, bailar, darnos un baño relajante...
Por tu salud.


Estoy totalmente de acuerdo con este artículo.
ResponderEliminarUna verdad cómo un templo
ResponderEliminarA mi me pasa a menudo
ResponderEliminarA mi me suele pasar cuando estoy muy nerviosa
ResponderEliminarLa comida es que está muy buena jaja
ResponderEliminarLa comida es que está muy buena jaja
ResponderEliminarMuy bien explicado creo que todos tenemos algún momento de debilidad,tentación, placer,ansiedad con la comida.
ResponderEliminarQué interesante tu artículo. La verdad que yo reconozco que en momentos de estrés o ansiedad siempre como dulces y bollería... Hay que intentar cambiarlo por la salud. Aplicaré tus soluciones. Muchas gracias
ResponderEliminarEs frustrante pero es la realidad, en la vida cotidiana esta presente en muchas personas, es muy interesante el artículo y sobre todo las soluciones. Muy buen punto de vista.
ResponderEliminarSi es verdad que con los peques solemos usar como premio por haber echo algo bien las chucherías y golosinas. A partir de ahora lo sustituiré por algo casero y más saludable. Muy buena aportación.
ResponderEliminarEn mi caso me entran unas ganas locas de beberme una birra, no es exactamente igual pero entiendo el concepto.
ResponderEliminaryo como como una posesa cuando tengo exámenes. ¿porqué será?
ResponderEliminarLeches, a lo mejor estás poseída. Jejeje
EliminarO tienes algún alien viviendo en tu estómago!!!
EliminarEs que está todo muy bueno
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