El norte del territorio surge como una fusión de paisajes y culturas, el reto del tiempo detenido en la plena naturaleza y en las escenas urbanas. El viaje es un continuo descubrir, una invitación a pararse y captar cada parte de la escena, el detalle de un escudo de piedra, el aroma de una tierra que sabe a bosque y a cereal o las pinturas que nos dejaron los antepasados. Todo un parque natural corona la ruta que, en invierno, ofrece la sorpresa de la nieve. Un destino singular.
Fuente: http://canalandaluciaturismo.es
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